Finalizó la temporada de Fórmula 1 de este año 15 y para
desgracia de los sufridos aficionados, pasará con más pena que gloria (otra
vez) por la historia de la competición.
8 meses y 19 carreras que han sido una buena muestra de
que o la F1 muta, se transforma y revierte urgentemente su actual situación, o
está condenada, no a desaparecer o a ser una competición residual en el
automovilismo, pero si a seguir desangrándose lentamente ante la inacción de
los Ecclestone, Todt, Whiting y compañía, algo de lo que, por cierto, alertó Fernando
Alonso al finalizar el último GP del año.
Categorías como MotoGP, WEC o el DTM alemán van marcando
el adelantamiento a la F1, están a rebufo y piden paso, algo impensable no hace
tantos años. Debería dar que pensar.
Las audiencias se desploman año a año, los circuitos históricos
no se llenan –excepción hecha este año del remozado circuito mexicano Hermanos
Rodríguez-, el espectáculo en pista es manifiestamente mejorable, las reglas
son caóticas, los motores V6 híbridos se han mostrado sosos, desiguales y
extremadamente complejos, los pilotos TOP –salvo Hamilton obviamente- no están
en condiciones de luchar por el título y la superioridad de Mercedes respecto al resto,
domingo si, domingo también, es una losa que el aficionado medio a veces no
está dispuesto a soportar.
McLaren-Honda
Alonso abandonó Ferrari hastiado de cabalgar durante
cinco años con un coche incapaz de llevarlo al ansiado tercer título para
unirse de nuevo a las filas de McLaren-Honda. El experimento se ha demostrado
este año fallido, extremadamente inconsistente y muy por debajo de las
expectativas creadas, especialmente porque la unión de McLaren y de Honda, creaba
un cierto misticismo ante un pasado repleto de éxitos, que auguraban un
reencuentro mucho más fructífero.
McLaren ha sido el segundo peor coche de la parrilla, con
unos escasos 27 puntos entre sus dos pilotos y solo por delante de unos
famélicos Manor, que por cierto, a menudo, han competido con más dignidad en la
pista que la histórica escudería de Woking.