jueves, 20 de marzo de 2014

Danger! Danger! LOW Voltage!


Decía Briatore esta semana que esta Fórmula 1 le parece un espectáculo deprimente e intolerable -entre otras muchas cosas- y no seré yo quien le ponga un punto o una mísera coma a sus declaraciones.
Acabó el soporífero Gran Premio de Australia y las alarmas se encendieron de inmediato debido –entre otras cosas- al grotesco sonido de los motores V6T.

Empezando por Ron Walker, responsable de la AGPC (Australian Grand Prix Corporation) que habló de un posible incumplimiento de contrato por parte de la FIA y mandaba un recado en forma de tomahawk a Bernie Ecclestone: No es por lo que pagamos, esto tiene que cambiar"
Y acabando por el propio Ecclestone, que abrumado por las negativas reacciones obtenidas por su nuevo “invento”, avisaba de que: Esto tiene que cambiar. Quedé horrorizado ante la falta de ruido. No parecían coches de carreras…

Y es que el debut de esta “nueva era” fue un auténtico ejercicio de como espantar a la clientela. Solo tres adelantamientos en las últimas 20 vueltas, pilotos ultraconservadores con la única preocupación de controlar combustible para llegar a meta sin problemas, superioridad abrumadora de Mercedes que acabó por deslucir el poco espectáculo que se vivió en la pista, ninguna lucha interesante por posición en la cabeza de carrera y para colmo, el esperpéntico sonido de estos V6T…

Pocos datos alentadores pues de que esta “nueva” Fórmula 1 pueda volver a capturar las audiencias perdidas.
La gran y única preocupación de Bernie estos últimos tiempos ha sido la de confundir en exceso a los que le reportan sus generosos ingresos. El público veterano quizá quiera (y pueda) amoldarse rápidamente a estos nuevos cambios, pero los primerizos, los “novatos”, pueden huir como alma que lleva el diablo confundidos con las nuevas normas, las nuevas “prioridades” de esta Fórmula 1, los complejos sistemas electrónicos y en general, con el escaso y preocupante espectáculo en pista.   

Es cierto que ha sido la primera carrera y que quizás es muy pronto para emitir un juicio valorativo correcto, pero no es menos cierto que cuando periódicos como el Financial Times hablan de “farsa” la cosa comienza a ponerse seria. Y es que con la importancia desmesurada que tiene hoy en día la electrónica y con la restrictiva normativa que impera, parece complicado que no vuelvan a repetirse carreras como la que se vivió/padeció en Australia.

Sea como fuere, las alarmas se han encendido y el (no) espectáculo ofrecido el pasado domingo no ha gustado a casi nadie. La FIA y Bernie ya están sobre aviso y obligados a actuar, al menos en el apartado del ruido, o del no ruido. A falta de espectáculo en pista, el público exige al menos volver a tener que ponerse los tapones cuando asista a una función tan costosa como es la Fórmula 1.  


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lunes, 10 de marzo de 2014

El Antihéroe


Nunca tuvo esa brillantez innata que se les exige a los grandes campeones ni desde luego el talento descomunal de los Senna, Schumacher o Prost. De ahí que Damon Hill en su momento fuese ninguneado por una gran parte de la prensa especializada cuando en 1996 se proclamaba Campeón del Mundo de Fórmula 1 en el circuito de Suzuka.
No fue un año fácil para Hill aunque a priori pudiese parecer todo lo contrario.
Schumacher, bicampeón del mundo con Benetton daba el salto a una Ferrari que no ganaba el título desde el 79 con Jody Scheckter (16 años en el dique seco) y en la que las urgencias históricas empezaban a ser acuciantes ante el desconsuelo de la parroquia Ferrarista, ávida de éxitos que ahora parecían tan lejanos.

Hill tropezó con un compañero de equipo correoso.
Jacques Villenueve no se lo puso fácil en todo el año a Damon. Y lo que es peor –y mejor para los medios- al claro favorito al título se le subía a las barbas un novato, un piloto que venía de ganar la Champ Car y las 500 millas de Indianápolis, pero al fin y al cabo, un novato sin experiencia en la Fórmula 1.
Ahí la prensa vio carnaza y no dudó en comenzar una campaña de acoso y derribo contra Hill -que a menudo sobrepasó los límites de la propia educación- y que se podría resumir de esta forma: Hill podría ganar –y de hecho ganó- el título, pero de ningún modo será considerado un “gran campeón” ni ahora ni en mil vidas más. ¿Les suena la cantinela?

De nada le valía a Hill que fuese el piloto con mejores estadísticas en cuanto a número de Grandes Premios disputados y victorias conseguidas. Ni que hubiese tuteado al “Profesor” Prost es su primer año en la Fórmula 1 (1993) alcanzando 3 victorias y finalizando en 3ª posición a final de año solo por detrás de dos leyendas de este deporte como el propio Prost (4 títulos del mundo) o el brasileño Senna (3 títulos mundiales).
De nada le servía a Hill el haber suplido –con éxito- al malogrado Senna como piloto número 1 de Williams en 1994 (con lo que ello conllevaba) y llevar a Williams a luchar por el título hasta la última carrera (y de perderlo de forma miserable por una jugarreta de Schumacher cuando el alemán tenía perdido un título que realmente había merecido)

A Hill lo echaron de Williams de muy malas formas. Se habló de dinero y de que Frank Williams no estaba dispuesto a subir el sueldo a su piloto aunque hubiese traído el título de pilotos a casa 3 años después del cosechado por Prost.
Sea como fuere, el inglés se iba de Williams con el título de pilotos bajo el brazo pero sin ningún asiento competitivo libre para la temporada próxima.

Damon aterrizaba en un equipo Arrows que sus mayores logros hasta la fecha habían sido un 4º puesto en el mundial de constructores de 1988 en casi 20 años en la parrilla de la Fórmula 1.

El coche número 1 iba a pasar una travesía por los infiernos ese año.
Un año incomprensible para un piloto que llevaba hasta la fecha 21 victorias y al que le costó horrores meter al Arrows  en el 107% exigido para participar en la primera carrera del año en Melbourne.

Damon ese año cazó un sexto puesto en Gran Bretaña ante su afición que fue celebrado como una victoria, pero la gran hazaña llegaría 2 Grandes Premios después, en Hungría.

En el retorcido Hungaroring Hill metió al Arrows en segunda fila de parrilla (3º) solo por detrás de Schumacher y del Williams de Villenueve.
Hill salió bien y pasó a Villenueve antes de la primera frenada. 11 vueltas después hacía lo mismo a final de recta con un Schumacher que se peleaba con unas Goodyear que sufrían de un blistering terrible en el sinuoso trazado húngaro.
El ritmo endiablado del Arrows con unos neumáticos Bridgestone que no decaían en prestaciones colocaban a Hill en una situación inimaginable. 35 segundos de ventaja, marcando vuelta rápida tras vuelta rápida y dominando el Gran Premio con mano de hierro a falta de 3 vueltas para finalizar la carrera.
Todo el equipo Arrows en el box celebraba prácticamente la que iba a ser su primera (y única) victoria en la Fórmula 1 hasta que Hill avisó por radio que algunas marchas estaban fallando y que probablemente tenía un problema hidráulico serio.

En el box de Arrows saltaron las alarmas. Le pedían a Hill que no intentase subir marchas más allá de la 3ª y que aguantase lo máximo posible para contener a un Villenueve que ya olisqueaba la sangre…

El de Williams empezó a reducir considerablemente la distancia con un Damon que se peleaba con un coche que se desinflaba a cada curva.

A falta de 1 vuelta Villenueve estaba a solo 6 segundos del Arrows de Hill y el pescado quedó vendido. El canadiense pasaba a Hill y llegaba a línea de meta con 9 segundos de ventaja sobre el inglés. En 3 vueltas de calificación Villenueve le había metido a Hill la friolera de 45 segundos.

Hill conseguía mantener la 2ª plaza con cierta holgura debido en parte a la brutal diferencia que había ido fabricando en la segunda parte de la carrera.  

Damon perdió una carrera que mereció ganar, y así se lo reconocía Villenueve en un abrazo sentido antes de enfilar el camino hacia el podio, pero por un día, el antihéroe iba a convertirse en héroe.

A final de año Hill anunciaba que dejaba Arrows y que fichaba por Jordan dos años.

En la escudería Jordan consiguió su victoria número 22 en Spa 1998 y la primera de las cuatro que conseguiría el equipo dirigido por Eddie Jordan en sus 15 años de historia.  
En 1999, después de una temporada sin resultados destacables Damon colgaba el casco con un currículum envidiable; 1 título Mundial, 22 victorias, 42 podios, 20 Pole Position y 19 vueltas rápidas en 115 carreras disputadas.  












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martes, 4 de marzo de 2014

Adiós pretemporada, bienvenida supervivencia



Finalizó la pretemporada y nos dejó algunas certezas y un buen puñado de dudas.
Las certezas son que los equipos con las PU Mercedes andan algún paso por delante del resto como ya se presuponía meses atrás. Las dudas, una primordial; ¿se recuperarán los toros a tiempo para poder seguir manteniendo su tiránica dictadura otro año más?
Y es que los últimos test en Bahrein han puesto de manifiesto que Red Bull no va a llegar a Albert Park con opciones de luchar por la victoria. Y si se confirma que ya preparan una versión B del RB10 para Barcelona, la desventaja de Vettel en estas primeras carreras podría suponerle un lastre de puntos al alemán difícil de enjuagar…

Si nos atenemos a lo visto en pista en estos últimos test podemos sacar alguna conclusión, pero de ningún modo se puede afirmar nada salvo que los dos equipos importantes motorizados por Renault lo van a pasar francamente mal en Australia no ya para puntuar, sino para acabar la carrera.

Lotus y Red Bull continuaron con problemas de fiabilidad en Bahrein y ya avisan de que no llegan a Albert Park en las mismas condiciones que los equipos motorizados por Mercedes y Ferrari. Por otro lado, Renault dice que sigue trabajando a marchas forzadas para llegar al primer Gran Premio con actualizaciones en su PU y que esperan arreglar el desaguisado en parte.
Sin embargo Marko no es tan optimista y teme que solucionar los problemas del RB10 pueda llevarles un tiempo precioso.
Desde luego, si tienen en mente sacar esa versión B, es que las primeras carreras las dan por perdidas hasta que se aterrice en Europa.
En Lotus no son mucho más optimistas y ya son varios toques de atención los que le han dado a los responsables de Renault. Según el director técnico de Lotus Nick Chester, el chasis no es el problema y si como funciona este con la PU Renault. Otro palito a los franceses.   

Por tanto, las cosas después de Bahrein han clarificado muy poco la jerarquía
de la parrilla si excluimos de la ecuación a Mercedes. Algo que no ocurría en mucho tiempo.

Que los alemanes están muy bien, y a priori parecen claros favoritos en Australia es un hecho, pero se duda del rendimiento real del Williams por ejemplo, que ha demostrado en Bahrein una velocidad endiablada a una vuelta y que podrían complicarle las cosas al equipo alemán en Albert Park. ¿Quién sabe?
El equipo de Claire Williams se va para Melbourne con el mejor tiempo global de los 4 días de test en Bahrein y dejando unas sensaciones francamente buenas en tandas largas.

La situación real de McLaren y de Force India también es una incognita. Los ingleses se han mostrado muy sólidos esta pretemporada y han marcado los mejores cronos en 3 de los 12 días de pruebas.
Force India en los últimos test hizo lo propio en 2 de las 4 sesiones de entrenos con Pérez y sus responsables hablan de que este año se opta claramente a los podios…
¿Ficción o realidad? En menos de dos semanas sabremos quién iba de farol y quien tenía los ases.

¿Y Ferrari? Dirán. Nadie lo sabe aún. Domenicali dice que saben que están por detrás de Mercedes y Williams. Fernando que no sabe dónde estarán en Australia. Kimi que el coche a una vuelta no le ha impresionado demasiado.
Que si, que parece que hay potencial para desarrollar el F14T pero que por el momento los favoritos son otros. Muy típico –desgraciadamente- de Domenicali estos años…
Es cierto que el F14T ha marcado la punta más alta en Bahrein y la rumorología apunta a que el equipo italiano no ha puesto toda la carne en el asador y que podría haberse guardado parte del potencial, pero del rumor a la realidad hay un trecho, a menudo en este mundillo, insalvable.

Es cierto que tanto Kimi como Alonso han estado casi toda la pretemporada ocupando puestos de honor a final del día, pero el hecho de que solo marcarán un tiempo de referencia y fuera el primer día en Jerez y que Fernando quedara a un segundo el último día de test (cuando se suponía que iban a probar rendimiento puro a una vuelta con superblandos) del tiempo de Hamilton han sembrado ciertas dudas.

Sea como fuere, en menos de dos semanas descubriremos el percal. Si Mercedes domina, muchos se apuntarán un tanto que parecía obvio hace meses, si hay sorpresas tocará agachar las orejas y mirar para otro lado. Este circo es así.   
   


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