jueves, 29 de agosto de 2013

GP DE BÉLGICA 2013: ¿NADAR PARA MORIR EN LA ORILLA?




Hablaba el otro día en un artículo escrito para Quemando Rueda de que íbamos encaminados a la enésima decepción de la dupla Ferrari-Alonso.
Tres años y pico en los cuales Fernando ha acariciado el título en dos ocasiones, pero en los que en realidad, no ha dispuesto de un coche a la altura de la magnitud del objetivo: Derrocar a un equipo Red Bull empeñado en marcar una época en la Fórmula 1 y a un Vettel que comienza a mirar de reojo los siete entorchados de Schumacher. Al tiempo.

Después de ver la cara de Fernando en el antepalco justo antes de salir al podio entendí que mi artículo no iba desencaminado del todo.
Yo contaba con que Ferrari mejoraría algo en Spa (era lógico) y que Red Bull y Mercedes “sufrirían” en un circuito de media carga aerodinámica (punto fuerte de los austriacos y de los alemanes) y que por lo tanto, el via crucis que había sufrido Ferrari en Julio, en Spa debería amortiguarse en parte.

El Gran Premio

El viernes se pudo apreciar que Ferrari habían dado un paso adelante. Alonso marcó el mejor tiempo en los FP1 con pista mojada y en los FP2 fue P7 pero la mayor parte del tiempo la pasó probando alerones (hasta 3 diferentes) y probando distintas configuraciones de cara a la carrera. A pesar de esa séptima posición, las sensaciones fueron buenas y como dijo Fernando después, no había dudas de que Ferrari se había acercado a los equipos de cabeza.
El Long Run que realizan los equipos en los FP2 dejó algunas dudas en cuanto al rendimiento real de Mercedes y Lotus. Sin embargo despejó la duda (si la había) del rendimiento de Red Bull en una pista que en principio no le era del todo propicia. Red Bull apenas tenían degradación y su ritmo en carrera era claramente el más poderoso.

Fernando marcó el segundo mejor crono en los FP3 (a menos de dos décimas de Vettel) confirmando que Ferrari estaba de vuelta y lo más importante, el paso adelante en prestación pura a una vuelta parecía darle a Ferrari por primera vez en lo que va de temporada opciones reales de disputarle la Pole a Red Bull y a Mercedes.

Fernando consiguió en la Q1 el mejor tiempo, en la Q2 fue P2 por detrás de Raikkonen y en la Q3 un trompo en un mal (y decisivo) momento le impidió dar una última vuelta que sus rivales con una pista en mejores condiciones aprovecharon para mejorar sus registros anteriores y que mandaron a Fernando a una dolorosa (e injusta) P9.
Con Hamilton en Pole y con Vettel segundo el panorama para Alonso de cara al domingo (y no digamos ya al título) se oscurecía irremediablemente.

Sin embargo con Fernando en pista nada está firmado de antemano y así lo volvió a demostrar el asturiano.
Alonso salió de manual. En la primera curva era sexto y en Eau Rouge le quitó las pegatinas a Webber para colocarse quinto.
La cabalgada de Fernando continuaba. En la vuelta 4 pasaba a Button y en la 6 hacía lo propio con Rosberg. En poco más de 6 vueltas Fernando estaba en podio.
Las malas noticias venían por arriba. Vettel había pasado en la vuelta 1 a Hamilton de camino a Les Combes y se marchaba claramente del inglés.
Fernando cazó a Hamilton después de su primera parada (vuelta 15). Lewis se coló en la curva 1 y el Ferrari traccionó mejor y salió disparado hacia Eau Rouge. Hamilton con DRS intentó pasar a Fernando en Les Combes pero el asturiano aguantó el envite y poco a poco fue distanciándose del piloto inglés.

Después del primer stint se vio claramente que Vettel tenía guardadas varias décimas en el bolsillo y que Fernando no podría alcanzar al piloto alemán.
El de Red Bull rodó entre 2 y 4 décimas más rápido que Fernando y antes de la segunda y última parada había fabricado un colchón de unos 10 segundos respecto al de Ferrari.
En la parte final de carrera le pidieron a Vettel que aumentase el ritmo porque se esperaba lluvia en las últimas vueltas y la sensación de superioridad respecto a la competencia fue abrumadora. Hubo momentos que Vettel le colocaba 7 décimas a Fernando por vuelta que a su vez, se distanciaba cada vez más de Hamilton.

Vettel salió de su último pit stop con una diferencia con Alonso de unos 7 segundos y en 11 vueltas (de la 33 a la 44) la diferencia entre el alemán y el español se disparó a los 17 segundos que fueron la diferencia final entre Vettel y Fernando. Superioridad abrumadora del piloto de Red Bull como y cuando quiso. Y eso sí es preocupante.

Sensaciones

Por tanto, con la victoria de Vettel y la segunda posición de Alonso, la distancia del alemán sobre el español se dispara a los 46 puntos. Una diferencia de puntos que viendo el monoplaza de uno y otro, a mí se me antoja dificilísima de enjuagar de aquí al final.
Tampoco el calendario parece demasiado favorable a Ferrari. Salvo Monza, en Singapur, Korea, Suzuka y Abu Dhabi Red Bull deberían ser extremadamente competitivos…

Para Singapur Ferrari prepara un paquete bastante completo de actualizaciones encaminadas a mejorar el coche en curva lenta -una de las debilidades manifiestas del F138- y en las que la Scuderia tiene grandes esperanzas puestas para revertir la situación del campeonato.
No será fácil porque Red Bull y Mercedes también han avisado de que en Marina Bay traerán piezas nuevas, el que dé con la tecla tendrá una ventaja casi definitiva de aquí al final.
Dado que prácticamente la totalidad de equipos empezarán a centrarse en 2014 después de Singapur, si la superioridad de Red Bull y la ventaja de Vettel no se han visto puestas en entredicho en estas dos próximas citas, Ferrari, Mercedes y Lotus dejarán el tetracampeonato en bandeja al alemán.

La magnitud de esta empresa solo está al alcance de Fernando. Si Ferrari le proporciona un coche parejo (como mínimo) al Red Bull, estoy convencido de que le discutirá el título a Vettel. Si tras Monza y Singapur la sangría de puntos sigue creciendo, será hora de que Ferrari rescinda el contrato de Domenicali y Fry y se pongan manos a la obra de cara a 2014.

jueves, 1 de agosto de 2013

CRÍTICA DISCO EDITORS: THE WEIGHT OF YOUR LOVE (2013)

No les salió demasiado bien a Editors abrazarse sin más a la electrónica en In This light and on this evening (2009). Si bien es cierto que Papillion era un auténtico trallazo, el resto del disco supuso una sonora decepción. Cambiar a veces te sale bien, en otras, es probable que si el giro es demasiado brusco (y no demasiado acertado), pierdas a parte de tu parroquia y luego recuperarla no es trabajo sencillo.
Editors han reculado y retoman las guitarras, -que por otra parte es lo mejor que saben hacer- Y en algo se agradece.
Decía lo del giro porque me temo que es probable que haya sido una de las razones principales para la marcha de Chris Urbanowics, guitarra principal y responsable máximo en crear esos muros de sonido tan característicos en Editors.
Sin embargo este The Weight of your love está muy lejos de los dos primeros trabajos de los de Birmingham. No hay un Bones o un The Racing Rats, ni siquiera un Fingers in the Factories dónde levantar un poco a la parroquia -que haya seguido siendo fiel, a pesar del desvarío musical del tercer disco...-
Podría resumir el disco diciendo que The Weight y Ton of Love son las canciones que más recuerdan a lo que fueron y que el resto se pierde entre baladas prescindibles e intentos de Tom Smith por intentar levantar un disco y un camino que parece habérsele ido de las manos.
Sugar se deja oír, la voz de Tom sigue en un estado de forma brutal y la interpretación le da empaque en bastantes momentos a canciones que no deberían trascender demasiado.
What's this thing called love? es una balada bastante mala y lo que es peor, es un intento burdo de acercarse a los peores Coldplay. Una falsa emotividad bastante innecesaria. De lo peor del disco.
Honesty no está ente las peores del disco, pero desde luego no levanta la situación como debiera.
Nothing es tremendamente sosa. No tiene nada, bueno si, unos violines que hace que acabes odiándolos en sus más de cinco tortuosos minutos...
Llega Formaldehyde y la cosa parece mejorar un poco. Si bien, a mi no me parece la mejor del disco como he leído en revistas y artículos especializados. Una buena canción que por cierto, fusila a Joy Division en las líneas del bajo, pero que algunos la ven cercana a Echo and the Bunnymen.
Hyena es un quiero y no puedo. Lo mismo que Two hearted spider. Un brillante pasado socavado en canciones intrascendentes. The Phone book es un medio tiempo acústico con un toque folk americano que se deja oír. Quizá demasiado larga. Como todo el jodido disco.
Bird of prey directamente es un coñazo. Un insípido final para un disco que aunque mejora a su antecesor (no era difícil) no consigue ni de lejos, acercarse ni a The Back room (2005) ni a An end has start (2007).
Mucho camino por recorrer para recuperar a parte de la parroquia.

NOTA: 5'5/10