Tres años y pico en los cuales Fernando ha acariciado el título en dos
ocasiones, pero en los que en realidad, no ha dispuesto de un coche a la altura
de la magnitud del objetivo: Derrocar a un equipo Red Bull empeñado en marcar
una época en la Fórmula 1 y a un Vettel que comienza a mirar de reojo los siete
entorchados de Schumacher. Al tiempo.
Después de ver la cara de Fernando en el antepalco justo antes de salir
al podio entendí que mi artículo no iba desencaminado del todo.
Yo contaba con que Ferrari mejoraría algo en Spa (era lógico) y que Red
Bull y Mercedes “sufrirían” en un circuito de media carga aerodinámica (punto
fuerte de los austriacos y de los alemanes) y que por lo tanto, el via crucis
que había sufrido Ferrari en Julio, en Spa debería amortiguarse en parte.
El Gran Premio
El viernes se pudo apreciar que Ferrari
habían dado un paso adelante. Alonso marcó el mejor tiempo en los FP1 con pista
mojada y en los FP2 fue P7 pero la mayor parte del tiempo la pasó probando
alerones (hasta 3 diferentes) y probando distintas configuraciones de cara a la
carrera. A pesar de esa séptima posición, las sensaciones fueron buenas y como
dijo Fernando después, no había dudas de que Ferrari se había acercado a los
equipos de cabeza.
El Long Run que realizan los equipos en los
FP2 dejó algunas dudas en cuanto al rendimiento real de Mercedes y Lotus. Sin
embargo despejó la duda (si la había) del rendimiento de Red Bull en una pista
que en principio no le era del todo propicia. Red Bull apenas tenían
degradación y su ritmo en carrera era claramente el más poderoso.
Fernando marcó el segundo mejor crono en los
FP3 (a menos de dos décimas de Vettel) confirmando que Ferrari estaba de vuelta
y lo más importante, el paso adelante en prestación pura a una vuelta parecía
darle a Ferrari por primera vez en lo que va de temporada opciones reales de disputarle
la Pole a Red Bull y a Mercedes.
Fernando consiguió en la Q1 el mejor tiempo,
en la Q2 fue P2 por detrás de Raikkonen y en la Q3 un trompo en un mal (y
decisivo) momento le impidió dar una última vuelta que sus rivales con una
pista en mejores condiciones aprovecharon para mejorar sus registros anteriores
y que mandaron a Fernando a una dolorosa (e injusta) P9.
Con Hamilton en Pole y con Vettel segundo el
panorama para Alonso de cara al domingo (y no digamos ya al título) se
oscurecía irremediablemente.
Sin embargo con Fernando en pista nada está
firmado de antemano y así lo volvió a demostrar el asturiano.
Alonso salió de manual. En la primera curva
era sexto y en Eau Rouge le quitó las pegatinas a Webber para colocarse quinto.
La cabalgada de Fernando continuaba. En la
vuelta 4 pasaba a Button y en la 6 hacía lo propio con Rosberg. En poco más de
6 vueltas Fernando estaba en podio.
Las malas noticias venían por arriba. Vettel
había pasado en la vuelta 1 a Hamilton de camino a Les Combes y se marchaba
claramente del inglés.
Fernando cazó a Hamilton después de su
primera parada (vuelta 15). Lewis se coló en la curva 1 y el Ferrari traccionó
mejor y salió disparado hacia Eau Rouge. Hamilton con DRS intentó pasar a
Fernando en Les Combes pero el asturiano aguantó el envite y poco a poco fue distanciándose
del piloto inglés.
Después del primer stint se vio claramente
que Vettel tenía guardadas varias décimas en el bolsillo y que Fernando no
podría alcanzar al piloto alemán.
El de Red Bull rodó entre 2 y 4 décimas más
rápido que Fernando y antes de la segunda y última parada había fabricado un
colchón de unos 10 segundos respecto al de Ferrari.
En la parte final de carrera le pidieron a
Vettel que aumentase el ritmo porque se esperaba lluvia en las últimas vueltas y
la sensación de superioridad respecto a la competencia fue abrumadora. Hubo
momentos que Vettel le colocaba 7 décimas a Fernando por vuelta que a su vez, se
distanciaba cada vez más de Hamilton.
Vettel salió de su último pit stop con una diferencia
con Alonso de unos 7 segundos y en 11 vueltas (de la 33 a la 44) la diferencia
entre el alemán y el español se disparó a los 17 segundos que fueron la
diferencia final entre Vettel y Fernando. Superioridad abrumadora del piloto de
Red Bull como y cuando quiso. Y eso sí es preocupante.
Sensaciones
Por tanto, con la victoria de Vettel y la
segunda posición de Alonso, la distancia del alemán sobre el español se dispara
a los 46 puntos. Una diferencia de puntos que viendo el monoplaza de uno y otro,
a mí se me antoja dificilísima de enjuagar de aquí al final.
Tampoco el calendario parece demasiado
favorable a Ferrari. Salvo Monza, en Singapur, Korea, Suzuka y Abu Dhabi Red
Bull deberían ser extremadamente competitivos…
Para Singapur Ferrari prepara un paquete
bastante completo de actualizaciones encaminadas a mejorar el coche en curva
lenta -una de las debilidades manifiestas del F138- y en las que la Scuderia
tiene grandes esperanzas puestas para revertir la situación del campeonato.
No será fácil porque Red Bull y Mercedes
también han avisado de que en Marina Bay traerán piezas nuevas, el que dé con
la tecla tendrá una ventaja casi definitiva de aquí al final.
Dado que prácticamente la totalidad de equipos
empezarán a centrarse en 2014 después de Singapur, si la superioridad de Red
Bull y la ventaja de Vettel no se han visto puestas en entredicho en estas dos
próximas citas, Ferrari, Mercedes y Lotus dejarán el tetracampeonato en bandeja
al alemán.
La magnitud de esta empresa solo está al
alcance de Fernando. Si Ferrari le proporciona un coche parejo (como mínimo) al
Red Bull, estoy convencido de que le discutirá el título a Vettel. Si tras
Monza y Singapur la sangría de puntos sigue creciendo, será hora de que Ferrari
rescinda el contrato de Domenicali y Fry y se pongan manos a la obra de cara a
2014.