GP DE AUSTRALIA. LOTUS Y KIMI GOLPEAN PRIMERO.

De lo visto en pretemporada solo quedó meridianamente clara una cosa en Albert Park. La gestión de los Pirelli en carrera va a ser crucial. 

En Australia se confirmó lo que ya se intuía en los tests invernales. Lotus trata con un mimo exquisito las gomas y ahora mismo, en ese apartado, no hay quien les tosa. Con la importancia exagerada -hasta el límite de lo racional- que se le ha dado a los neumáticos, era lógico que Lotus se mostrase temible en Australia.
Si a esto le aportas un piloto fino y con un talento innato descomunal como Kimi y un Lotus que tiene un ritmo endiablado, la suma te lleva a la victoria del Finlandés en Melbourne. Por tanto, sorpresa ninguna. 
Pero si que hubieron hechos reseñables que llaman la atención por parte de la competencia. 

Se confirma el error estratégico monumental de McLaren. En pleno año de transición hacia lo desconocido, y acabando una temporada 2012 con un monoplaza extremadamente competitivo, se embarcan en una aventura (pull rod) de la que ya sabían por Ferrari que implantarla no sería tarea fácil. 
El resultado en Australia para los de Woking fué como mínimo, desalentador. 
Aunque conviene no olvidar que si hay una escudería capaz de darle la vuelta a una situación comprometida, esa es McLaren. 

Red Bull a una vuelta siguen intratables. Ahora bien, la degradación de neumáticos parece preocupante y eso lastró la carrera de Vettel en Australia. Las primeras vueltas con neumático nuevo eran razonablemente competitivas, pero Hungry Heidi dió la impresión de merendarse demasiado rápido las gomas, mucho más de lo visto en pretemporada. No resultó complicado para los Ferrari mantenerle el ritmo a principio de carrera, ni a Fernando despegarse de el después del segundo pit stop. Y eso si que es noticia.

¿Y de Ferrari?. Pocas sorpresas. Parecían competitivos en ritmo de carrera durante toda la pretemporada, y lo demostraron en Albert Park. Siguen lejos de Red Bull a una vuelta y quizás de Mercedes, pero cuando se dan los puntos y los trofeos son los domingos, y ahí parece que el F138 se muestra poderoso. Lo cierto es que el ritmo de Fernando estuvo a la par que el de Raikkonen, si a eso le añadimos que malgastó 20 vueltas detrás de Massa, probablemente hubiesemos asistido a una lucha mucho más cerrada entre el español y Kimi por llevarse la victoria. 
Por tanto, en la Scuderia se pueden dar por satisfechos viniendo de dónde venían. 
Y por cierto, se confirma que siguen teniendo el mejor sistema de salida de toda la parrilla.

Mercedes era un incógnita después de los tests de Barcelona. Se habían mostrado rápidos a una vuelta y con un buen ritmo en stints largos, pero en Melbourne lo cierto es que Hamilton salía en P3 y acabó en P5 y con Webber pegado a su alerón trasero, y que Rosberg se retiró por avería después de haber hecho un P6 en clasificación. Poco botín y algunas dudas. El ritmo de carrera no pareció nada del otro mundo, el desgaste de neumáticos fué mucho más agresivo que el demostrado por Lotus y Ferrari y la sombra de los problemas de fiabilidad hizo acto de presencia. ¿Si han mejorado respecto a como acabaron 2012?, si, mucho, ¿si es suficiente por el momento para ganar carreras en condiciones normales?, a mi me da la impresión de que no. 

Poco más. Carrera interesante, con la incertidumbre de si caería agua, con un Suttil y un Force India en general, pletóricos y que llegaron a liderar la prueba, con unos Marussia que pretenden asaltar a Caterham de la mano de Bianchi, con los problemas, otra vez, de Webber en las arrancadas y con una acción, que a mi particularmente me pareció temeraria por parte de Massa en la primera vuelta, cuando Alonso practicamente le había ganado la posición por fuera y que a punto estuvo de que se tocaran los dos Ferrari.

Este domingo llega Sepang. Y viene con un 60% de probabilidades de que llueva en carrera y con una humedad de entre 84º y 87º a la hora de la prueba. En este infierno, Fernando ganó el año pasado una carrera caótica y se ponía líder del mundial, tiene predilección por el, cumple aquí 200 carreras en Fórmula 1, y si Lotus y Red Bull se lo permiten pretende asaltarlo por cuarta vez.