Esperaba una resurrección de los granadinos después del infumable "Cuando el destino nos alcance" y me he tropezado con los preparativos para un entierro.
No pretenden jugar en la liga de Niños Mutantes o Los Planetas. Su liga ahora es competir por las radio fórmulas perdiendo inmediatez, algo que los caracterizó cuando aterrizaron allá por el año 2004. Inmediatez y desperpajo, aderezado por unos juegos de voces que te teletransportaban a los clásicos más atemporales de los Beach Boys y con unas melodías extremadamente pegadizas. Ahora todo eso ha volado por los aires. Bueno, siendo sinceros, los cimientos de lo que ahora se han convertido Lori Meyers empezaron a colocarlos en su tercer LP, "Cronolánea" .
La introducción de la electrónica no les ha beneficiado. Los aportes en la composición de Alejandro aún han bajado más el nivel de los últimos tres discos y Noni no parece tener la capacidad creativa que demostró con Viaje de Estudios y Hostal Pimodán.
Las letras tampoco ayudan, las de Alejandro son una calamidad pero las de Noni tampoco parecen levantar el vuelo.
Musicalmente este "Impronta" es un coñazo de proporciones bíblicas. No hay canciones de relumbrón,el relleno es flojo -siendo sumamente generosos- y la temática de las letras incluso llega a ser hortera por momentos.
Hay alguna píldora que pretende recordar a tiempos mejores, "Planilandia", "Deshielo" (la mejor letra y posiblemente la mejor canción del disco) ... pero en general todo suena demasiado recargado, demasiado pachanguero, demasiados sintetizadores que se te clavan en el cerebro como agujas de coser...
Para los que vienen de "Cuando el destino nos alcance" -y le tienen mucho más aprecio del que le tengo yo-, podrán encontrarse con un disco que no lo desmerece en absoluto. Canciones como "El tiempo pasará" o "Emborracharme" practicamente entierran su pasado más glorioso y nos presentan en lo que se han convertido.
Y si, ahora juegan en otra liga, esa en que los equipos punteros son Amaral, Fito o cualquier otro grupo de cuyo nombre no quiero acordarme. Y cuidado, que han llegado para quedarse.
NOTA 3/10
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