lunes, 6 de mayo de 2013

CRÍTICA DE DISCO: THE STROKES "COMEDOWN MACHINE"


Para empezar como dios manda esta crítica debería postularme desde un principio. Me gustan The Strokes. Me gustan bastante. Cada nuevo trabajo es un giro de guión del que siempre acabas rascando algo. Alguna melodía, algún riff y siempre (o casi siempre) discos bastante regulares. Algo que creo es su principal activo a día de hoy. De la jóven discografía de The Strokes (este Comedown Machine es su quinto trabajo) ningún LP de la banda neoyorquina se puede calificar como un manifiesto desastre
Es obvio que This is it contenía una cantidad ingente de singles potenciales, y que igualar ese primer álbum se antoja misión imposible, pero The Strokes no parecen sentirse demasiado presionados, hacen la música que le interesa ahora a Casablancas (maestro de ceremonias) y eso pasa por meter la cabeza en los 80's y abrazar a los clásicos: Duran Duran o A-Ha. Poco más.

Como decía antes, soy de los que en Room on fire, First Impressions of earth o Angles (bastante denostados por la crítica) siempre les saqué jugo. Es más, podría llegar más lejos y decir que tanto como el tercer disco como el cuarto me parecen trabajos bastante sobrios, con buenas canciones y que a día de hoy singuen vigentes en mi reproductor. Sin embargo, This is It o Room on Fire (los más parecidos entre si, salvando las distancias) se han ido cayendo de la lista poco a poco.

Este Comedown Machine quizá se desinfle hacia el final. Pero vamos por partes.
Comienza con unos sintetizadores bastante acertados y con unos falsetes de Casablancas que dan bastante el pego. Tap Out, All the time y One way trigger ya dejan claro que la influencia por la New wave de los 80's va a estar muy presente en el disco.
Quizá (y es lo que más se les achaca) es que Julian Casablancas desde Angles ha tomado el mando de las operaciones en The Strokes de una forma ciertamente autoritaria. Esto no suena a The Strokes por ningún lado (quizá la única concesión sea 80's Comedown Machine), suena a Casablancas por solitario, y aunque es su conjunto todo mantiene una coherencia y el disco se mantiene bastante homogeneo, el bofetón a los fans de los dos o tres primeros trabajos es de aupa. 

Decía que el disco se desinfla un poco hacia el final. 50 50 es probablemnte la peor del disco y Partners in crime tampoco llama demasiado la atención. Chances es otro medio tiempo sin pretensión, aunque me temo que Casablancas pretende hacernos creer que es la mejor del disco. Happy Endings vuelve a levantar un poco el disco y está entre mis favoritas sin duda. Call it fake, call it karma los críticos dicen que es una copia burda de Tom Waits, y puede que tengan razón, pero yo lo dejo en que es un final de disco malo se solemnidad y punto. 


NOTA 6'5/10


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