domingo, 5 de mayo de 2013

MONTMELÓ DAYS. Primera visita, 2004.


Recuerdo perfectamente la primera vez que me topé de frente con el rugido ensordecedor de un monoplaza de Fórmula 1. Andaba yo ubicandome en la tribuna F del anodino circuito catalán cuando salía de boxes el Ferrari número 1 de Michael Schumacher. Fué tremendo. Ese petardeo en la primera frenada se te queda marcado a fuego. Eran los libres 2, y el año, el lejano ya 2004. Un año en el que un joven asturiano comenzaba a fabricar ese movimiento llamado Alonsomanía.

La clasificación recuerdo haberla vivida con cierto desánimo. Alonso marcó un P8 que nadie esperaba. Nos fuimos al hotel con una cierta desazón. La dificultad para adelantar en Montmeló daban prácticamente por cerradas sus opciones de brindarnos un podio.

Mi localidad en carrera era la tribuna G. La zona del estadio. En mi opinión, y después de haber recorrido varias tribunas, es la mejor zona. Es la zona con mayor visibilidad y los monoplazas pueden llegar bastante pegados a la frenada de La Caixa, uno de los pocos puntos de adelantamiento.

Estuvimos recorriendo todo el circuito antes de la carrera. En la recta principal los equipos montan unos stands en los que podías practicar cambios de ruedas, ver maquetas de los monoplazas a tamaño real, jugar en los simuladores y por supuesto, dejarte unos buenos euros en merchandising.

La pimienta de la carrera la pusieron Trulli y Fernando en su batalla por la tercera plaza del cajón. En la zona del estadio Fernando se pegaba a su compañero como una lapa, pero sin opción clara de adelantamiento, tampoco arriesgó más de la cuenta. Al final doblete de los Ferrari de Schumacher y Barrichello y podio para Trulli con Fernando a menos de 7 décimas del italiano.

Uno de los problemas (lo viví en 2004 y 2007) fué no tanto la llegada al circuito (madrugamos), sino la salida del recinto. O sales un par de vueltas antes (y ni eso) o ya puedes armarte de paciencia y rezar para que tu coche esté cerca de la salida (en un parking que vale 15 pavos) .

Peajes, atascos, alojamiento y tener un Gran Premio en mi ciudad hicieron que no pisase Montmeló desde 2007. Este año, y después de que Valencia haya decidido (hasta la fecha) no albergar otro Gran Premio, decidimos volver a Montmeló, esperando que se hayan subsanado ciertas deficiencias en cuanto a logística y por supuesto, esperando que Fernando nos brinde una victoria tan épica como la que vivi en el VSC en 2012.









No hay comentarios:

Publicar un comentario